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En este artículo vamos a descubrir los cuatro caballeros del Sumi-e, también conocidos como los cuatro nobles: el ciruelo chino, la orquídea, el bambú y el crisantemo.
Empecemos por el principio…

¿Qué es Sumie?

Sumi-e o sumie (墨絵; también «水墨画;») es una técnica desarrollada en China durante la dinastía Tang (618-907) e implantada durante la dinastía Song (960-1279) de dibujo monocromático en tinta china negra, característica de la escuela de pintura china.
La pintura tradicional es prácticamente idéntica a la caligrafía en lo que a técnica se refiere. Los materiales utilizados, también son los mismos, los cuatro tesoros del estudio chino: papel, pincel, tinta y piedra de tinta. La única salvedad es que en ocasiones las pinturas se hacen también sobre seda y que los acabados son variados: en forma de rollo, colgados en pared o sobre biombos chinos, por nombrar solo algunos.
Es probable que hayas visto que sumi-e también se asocia a la pintura japonesa. Esto es debido a que a mediados del siglo XIV, los monjes busistas zen lo introdujeron en ese país y rápidamente ganó popularidad. Alcanzó su apogeo en el Período Muromachi (1338-1573).

Junzi, los hombres virtuosos

En el confucionismo existe un concepto que está relacionado con la virtud de los hombres. Es el llamado junzi (君子), que puede traducirse como “caballero”.
Al trasladar esta idea de junzi al arte, esos caballeros se han convertido en cuatro plantas que representan las cuatro estaciones del año y que además se asocian a la integridad moral del hombre.
Así, la primavera viene representada por la orquídea. El verano, por el bambú. El otoño, por el crisantemo. Y el invierno, por el ciruelo chino.
Estos cuatro caballeros, como decimos, se asocian también a virtudes del hombre como la excelencia, la rectitud, la modestia y la pureza.
LOS CUATRO CABALLEROS

Los cuatro caballeros aparecen frecuentemente en la pintura de sumie. Estas obras se encuadran dentro de la categoría “pintura de pájaro y flor” en la pintura tradicional china.

Los cuatro caballeros: bambú

La orquídea

También referenciada como orquídea silvestre 兰花 (lán huā), simboliza la belleza. Sus hojas livianas se mecen al viento con elegancia. Su aspecto delicado y la fragancia que desprenden sus diminutas flores la convirtieron en sinónimo de gracilidad y pureza.
La orquídea es una de las flores más queridas en China. Aunque ya fueron muy populares durante la dinastía Tang, fue durante la dinastía Song realmente se extendió su uso en la pintura.

¿Quién fue el primer pintor de orquídeas?

Mi Fei, también conocido como Mi Fu (1051-1107) está considerado como el primer pintor de orquídeas. Este funcionario público chino, aunque también fue poeta, es reconocido por su aportación como pintor y especialmente apreciadas son sus obras paisajísticas y su estilo personal, el “Mi Fu”. Este sello propio se caracteriza por el uso de grandes manchas de tinta que crean un efecto de neblina muy particular.
Los cuatro caballeros: bambú

El bambú

La nobleza y la rectitud son las virtudes que se asocian al bambú. Además, siendo una planta longeva, a menudo se relaciona también con la vitalidad.
Pocas cosas son tan versátiles con el bambú. A lo largo de la historia de China, el bambú se ha utilizado para múltiples fines: como predecesor del papel, como arma, como estructura para viviendas… Está íntimamente relacionado con la cultura china y ha sido usado por toda clase de artistas como motivo de inspiración.
Aparece en muchas pinturas y es motivo de referencia en un buen número de poemas chinos.
Du Fu, considerado uno de los poetas sagrados, lo menciona en una de sus obras más conocidas:

Aguas de primavera

El tercer mes, y las flores de durazno
flotan sobre las ondas del río. La corriente recupera sus viejas huellas, y al amanecer inunda ya los límites de la playa.
El verde esmeralda riela ante el portón de ramas, en tanto yo reparo mis aparejos
y dejo caer un cebo perfumado.
Ato los tubos de bambú para regar el huertecillo. Ya son legión los pájaros que llegan volando y en ruidosa algarabía se disputan el baño.
Los cuatro caballeros: crisantemo

El crisantemo

La llamada “flor de la corte” estaba reservada a los entornos imperiales. Su cultivo más allá de esos parajes estaba prohibido.
El crisantemo 菊花 (jú huā) encarna el espíritu del otoño, simboliza la fuerza moral, y su presencia es habitual en la fiesta otoño.
 
De los cuatro caballeros, el crisantemo es probablemente el que menos se ha representado en pinturas y menos referencias ha tenido en poemas. Sin embargo, hay una obra especialmente destacada: ‘Crisantemo y rocas’, de Chen Chun, pintor de la dinastía Ming (1368-1644). Es la obra que ves sobre estas líneas. Si quieres ver el original, puedes encontrarlo expuesto en el Museo de la Capital.
Los cuatro caballeros: ciruelo

La flor de ciruelo

Símbolo de la resiliencia, la flor de ciruelo 李子 (lǐ zi) es considerada por muchos la flor nacional de China.
Sus brotes, que desafían el frío invierno, se abren paso en paisajes nevados. Esa belleza, en contraste con las inclemencias del tiempo, es una metáfora de la resistencia ante la adversidad.
Sus característicos cinco pétalos, presentes en cada flor, son también la representación de los cinco dioses de la buena suerte.
Wang Mian, pintor y poeta de la dinastía Yuan (1271-1368) es quizás el artista que mejor ha sabido plasmar la flor de ciruelo, siendo como fue un verdadero especialista en pintar paisajes con flores brotando. Aquí tienes una muestra.