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Los biombos chinos se llaman 屏风 [píng fēng] (que puede traducirse como ‘protección contra el viento’). Estos separadores forman parte de la decoración china desde el siglo IV a.C. Los primeros biombos chinos se caracterizaban por ser obras de arte realmente pesadas, con muchos motivos ornamentales. A pesar de estar pensados para ser portátiles, debido a su tamaño y peso, a menudo permanecían en un solo lugar. Cumplían varias funciones: separar espacios en una misma estancia, proporcionar sombra y proteger de corrientes de viento cuando se colocaban cerca de las ventanas o simplemente como piezas apreciadas por su estética.

Tipos de biombos chinos:

Hay biombos de dos, tres, cinco o hasta diez alas, de distintos tamaños y configuraciones. 

Biombo de montaña 折屏

El llamado ‘biombo de montaña’ es de gran tamaño y se usa tradicionalmente delante de una entrada principal. Este tiene una sección central más alta y, a ambos lados, alas que disminuyen de tamaño progresivamente dibujando esta forma piramidal o de montaña. De ahí proviene su nombre.

 

Biombo de escritorio 桌屏

El biombo de escritorio es más pequeño y puramente ornamental. No es extraño verlo junto a los cuatro tesoros.

Biombo de pared 挂屏

El biombo colgado de la pared es tal cual lo que su nombre indica. Pierde su valor funcional y se convierte estrictamente en un objeto decorativo. Apenas se usa individualmente. Normalmente se colocan en pares. Los grupos de cuatro biombos de pared se llaman biombos de cuatro cambios y los grupos de ocho, de ocho cambios. Aunque ya se usaron a finales de la dinastía Ming, fue en la dinastía Qing la que los popularizó, incorporándolos en la alcoba del emperador.

Biombo de zigzag  围屏

El biombo en zigzag no tiene base y es plegable. Se articula a base de bisagras y puede tener hasta diez alas. Esta pieza era habitual en el salón del trono y se solía colocar a la espalda del emperador.

Biombo de Coramandel

Muchos europeos se enamoraron de los biombos chinos y pronto quisieron llevarlos a sus respectivas casas como piezas de arte exquisitas. En el siglo XVII, todos los transportes de mercancías y arte chinos con destino Europa zarpaban de la costa de Coramandel, en el sudeste de la India. De ahí tomó su nombre este tipo de biombo. Se trata de una pantalla plegable, con paneles de madera lacada negra en la que se pintaban paisajes o escenas de la vida cotidiana china.

Biombo japonés

Hoy en día, el biombo está presente en muchos otros países. En Japón, por ejemplo, desde el siglo II a.C. ha sido parte imprescindible de su estética. Los llamados ‘byobu’ y más tarde los ‘shoji’ han sido testigos hasta nuestros días de incontables ceremonias del té.

¿Qué ocultaba el pingfeng?

Era costumbre en la China feudal, que las jóvenes solteras de familias adineradas no se mostraran en público o ante desconocidos. El biombo se usó para ocultar a esas jóvenes cuando se recibía en casa a un pretendiente. Desde detrás del fingpeng, ella podía curiosear sin ser vista mientras el chico se entrevistaba con su padre.
La petición habitual al joven era que improvisase un poema. Esa, junto a la apariencia y la habilidad para mantener la conversación, eran su carta de presentación. Si tanto el padre como la hija quedaban satisfechos, se podía proceder a la boda.